Calipso es el hijo menor de una antigua casta de realeza marina proveniente de la ciudad estado marino Atlantis. Su padre fue un Rey Naga el cual tenía su origen en el río Rin ubicado en Alemania. Por otro lado su madre era la hija mayor del Rey de Atlantis.  

Proveniente de un padre Naga y una madre Syren. Cuando nació su madre dio a luz a un bello bebe el cual nado de inmediato, por su parte el padre llevo hasta este la piedra del Leviatán para que su transformación se produjera. Si bien los leviatanes suelen transformarse en edades mayores las castas reales de los seres marinos lo hacen desde que son bebes. Es la forma que tienen de crear a un Leviatán puro. Estos no tienen una vida previa como humano más que los nueve meses de gestación que pasan en el vientre de sus madres. El gen predominante en la piedra del Leviatán fue el de su madre por lo cual su cola es la de un pez a diferencia de sus dos hermanos mayores los cuales tienen cola de serpiente.

Cuando era pequeño encontró una piedra brillante la cual guardo con avaricia entre sus pertenencias. Al cumplir quince años en medio de un entrenamiento de cacería perdió la piedra en un risco sin darse cuenta aquel preciado objeto se coló en una corriente. En el momento que se dio cuenta de que la piedra ya no estaba entre las cuerdas que amarraban parte de su cola se desesperó un tanto y comenzó a buscarla con desenfreno. Sintiendo la energía de este se alejó demasiado de Atlantis. Solo en el gran océano nado por muchos días sin nada de suerte. Nado con un grupo de delfines a través del océano y llego hasta las costas del sur de Europa. Descansando un momento sobre la superficie del agua diviso un barco de pesca. Los tripulantes tenían los ojos pequeños, eran humanos de ojos rasgados lo cual le pareció algo gracioso.  

El barco comenzó su recolección de peces lanzando sus grandes mayas al mar dejando a Calipso atrapado dentro algo desesperado uso su cuchillo echo de dientes de tiburón martillo para cortar los amarres humanos pero para su sorpresa no era solo una maya, muchas habían sido lanzadas y quedo enredado en ella. Recordó las palabras de una antigua bruja marina llamada Úrsula. Ella le había contado lo despiadado que podían llegar a ser los humanos si encontraban una criatura diferente, por lo cual uso sus dones para transformar su cola en un par de piernas. Sería más apropiado que encontraran a un chico moribundo que a una criatura mitad pez.

Cuando comenzaron a subir las mayas Calipso se quedó quieto intentando engañar los ojos de los marineros. El idioma que estos hombres parecía diferente a cualquier otro que había escuchado antes. No entendía nada y estaba en serios problemas.

A borde de aquel navío un muchacho de una edad similar se acercó hasta el cuerpo desnudo y comenzó a mirarle con asombro. La belleza sobrenatural de la criatura era algo obvio. Su largo cabello claro y su rostro delicado lo hacían ver como una fémina pero lo que veían entre sus piernas claramente no era de una mujer.  

Al abrir los ojos comenzó a escupir agua y se alteró arrinconándose en una esquina del barco. Todo esto era una actuación claramente sabía que tenía que engañar a aquellos humanos. Sin poder comunicarse entre ellos los humanos le ofrecieron ropa y comida.

''Criaturas que ayudan a otro sin pedir nada a cambio no deben ser tan malas como dicen nuestras leyendas''.

El muchacho se quedó junto a el por lo que duro el viaje intentando comunicarse de diferentes formas. Hasta que logro entender que este le preguntaba el nombre. Aquel chico toco su pecho y dijo HyunBin.

Calipso entendió y fue su turno para decir su nombre. El muchacho algo asombrado movió su rostro hasta la estantería y saco un libro el cual hablaba sobre Calipso la Diosa  pagana del mar. Al ver el dibujo de la mujer marina pudo deducir que aquel muchacho había asociado su nombre con el de aquella Diosa. A lo cual respondió con una sonrisa y asintiendo con su cabeza. El nombre Calipso había sido dado por su abuelo materno en honor a aquel antepasado. Y la razón de que a una criatura masculina le dieran el nombre de una fémina se trató nada más que de un error. Cuando el abuelo tomo en sus brazos al recién nacido vio la belleza mística de aquel bebe, anteriormente solo una sirena femenina había tenido aquella belleza. Por lo cual el Rey creyó que se trataba de una nieta. Y sin dudar un segundo dijo Calipso.

Cuando la parte baja se desarrolló notaron que se trataba de un macho, pero el nombre ya había sido dado y la belleza contradictoria del recién nacido lo acompañarían toda su vida. Por lo cual no se le dio mayor importancia.

Una vez en tierra firme se quedó cerca del muchacho acompañándolo en todo momento. Pero necesitaba sentir el agua marina, durante la noche se escapó y solo se lanzó hasta el mar. Dentro de este un grupo de exploradores Naga se encontraba esperando.

Sintieron la presencia de un ser marino extraño por lo cual fueron de inmediato hasta la playa encontrando al Syren en plena transformación. Capturado por sus iguales leviatanes fue llevado hasta la corte donde se encontró con un Rey Naga. Este le reconoció, era más alto y menos joven que antes pero se trataba de su nieto. Al escuchar con atención las palabras del viejo Naga le dio cuenta que estaba en presencia de su abuelo paterno y fue liberado de inmediato.

Desde la Atlantis llego un batallón de sirenas, habían sido informadas de que el príncipe desaparecido estaba en las costas de Alemania. No quería regresar hasta allá sin la piedra que buscaba, se las arregló para escabullirse e invocar un portal que le llevo hasta Úrsula.

Le pidió piernas permanentes hasta encontrar la piedra, a cambio la bruja marina le pidió su voz. Aquella bruja coleccionaba las voces marianas que le parecían hermosas y la del muchacho le pareció de un tono muy particular. Imposibilitado de hablar volvió con el muchacho y se dedicó a buscar aquella piedra sin éxito. Cuando el barco pesquero de los hombres de ojos pequeños zarpo Calipso se quedó abajo despidiéndose de aquel amigo que lo había ayudado sin
pedir nada a cambio.

Pasaron algunos años y llego hasta Brujas donde decidió quedarse, sabia de la existencia de un grupo reducido de Leviatanes que vivían en los canales de la ciudad. Si lograba dar con ellos estos podrían ayudarle quizás a encontrar el tesoro.

El día en que Úrsula murió sus piernas desaparecieron y volvió a tener su cola de pez. Sorprendido se arrastró hasta los canales de la ciudad y fue en busca de los Leviatanes. Ellos le contaron del rumor más abundante del momento. La gran bruja del mar había sido asesinada por un grupo de rebeldes. El mundo submarino se encontraba bajo un gran caos. ¿Qué había pasado con el Rey del mar? Aquellos acuáticos le contaron que durante los últimos siete años los reyes del mar se dedicaron a buscar a su hijo perdido y se despreocuparon del océano. Las muertes de las criaturas marinas tenia al pueblo descontento y este se alzó. Grandes rumores de la muerte de los reyes deambulaban y que ahora el hijo mayor de estos Océano intentaba tomar el control y volver el orden al mar.

Se quedó en la ciudad y con el tiempo tomo el liderazgo de aquel cardumen de criaturas marinas. Ninguno de sus seguidores sabe de su pasado ni de su familia real.