DongWook CHOI

Diez años atrás...

- Joven Choi... su madre le esta esperando... - un hombre que conocía bien, pues era su mayordomo desde que era pequeño, le buscaba con algo de desesperación. Esa tarde sus padres darían una fiesta, pero era diferente... pues no había esa alegría innata que su madre desbordaba cuando organizaba una fiesta. Tener una posición asegurada y bien acomodad en la sociedad le permitía hacer las mejores fiestas y ser considerada la mejor anfitriona de todo Seúl. Pero era extraño en esa ocasión.

-¿Por qué mi madre parece más triste que feliz?- Un joven de 15 años, no entendía la situación y el mayordomo se limitó a decir que estaba un desencantada, pero que nada tenía que ver con él y que no le tomara importancia. DongWook sabía que de cierta forma era culpa suya, pues su madre lo miraba con cierto enojo.

Esa fiesta estaba por comenzar y en ella había muchas personas que conocía, pues eran su familia... aunque también había extraños, que no tenía idea de donde provenían. Todos parecían tener sus ojos puestos en el joven Choi, pero no podía estar seguro, aunque había sido así desde su cumpleaños número 15. Esa velada, pasó de lo más común y corriente, por lo que decidió escaparse de ella e ir a caminar en solitario por los jardines de su casa, como solía hacer cuando podía. Le gustaba la soledad, no podía negarlo.  El aire era cálido, el frío se había ido unos meses atrás y el buen clima incluso estaba en la noche de la ciudad.

Decidió sentarse a observaba una bella estatua del ángel Raziel, mientras buscaba un motivo para que su madre estuviera tan enojada con él... ¿Qué había hecho ahora?... trataba siempre de ser un buen chico y no entendía por que sus padres parecían indiferentes con él... nada tenía sentido realmente, siempre había sido un buen chico.

-Tus padres se sienten decepcionados... por que no habías recibido mi visita...- Una voz extraña llegó a su cabeza, una voz que salía de la imagen que tenía enfrente y que de alguna forma, comenzaba a cobrar forma, a dejar de ser de piedra para convertirse en carne. Frente a él, el hermoso ángel cobró forma... hermoso, luminoso y con una expresión amable en su rostro- No les guardes rencor... tus padres deseaban que recibieras mi visita... que confirmara lo que tu tía abuela esta diciéndoles a todos ahora... -el ángel señaló hacia la casa, desde donde una mujer mayor los miraba- Ella, al igual que tu en un futuro... serás el único que puede verme- el ángel parecía divertido, mientras observaba hacia la ventana- Desde ahora, algo que ha dormido en ti despertará... desde ahora, te darás cuenta de lo especial que eres... aunque, creo que ya lo has hecho- el ser alado guardó silencio y luego volvió a sonreír- Eres uno de los elegidos... eres uno de los que conservan mi sangre en sus venas y que son capaces de defender al mundo de la maldad y la oscuridad que hay en él... tienes un poder como ninguno otro humano, pero debes usarlo bien. Se un digno representarte de tu clan...  fuerte y orgulloso Jäegel ... - sin que el joven pudiera decir palabra alguna, la imagen se fue desvaneciendo en el aire, pronto, dejó de mirar a ese hermoso ser,  le había dicho algunas palabras sin sentido.

DongWook se quedó ahí, de pie y sin poder entender bien lo que había visto, pero su padre, madre y tía abuela pronto estaban a su lado. La mujer mayor le susurro  algo al oído, pero no pudo escucharlo bien, pues en el momento en el que le tocó, comenzó a dormirse, hasta que cayó en brazos de su padre profundamente dormido.

Actualidad...

Desde ese momento, DongWook fue reconocido como el heredero indiscutible de la familia Choi, se le educó para llevar las riendas del emporio comercial que poseen y además, le fueron revelados muchos de los secretos mejor guardados de su familia. Su cuerpo y mente fueron puestos a pruebas en muchas ocasiones, solo para confirmar que él era realmente el elegido. Su tía abuela le guió por las enseñanzas que ella mismo vivió muchos años atrás y le guió en su camino de descubrimiento. Finalmente llegó el momento de poner aprueba el resultado de su entrenamiento, por lo que fue enviado a Bruja, una ciudad floreciente y llena de peligros. Bajo el pretexto de hacer negocios, su familia lo envió, para que conociera un poco más de los seres que viven en la oscuridad y que actualmente, comienzan hacer estragos en la ciudad de Bruja.