El tiempo era gris, el silencio se encontraba presenta, la paz y la calma habitaba mas no había presencia alguna de tranquilidad interna. El joven mestizo Berrik se encontraba en la Biblioteca de la antigua mansión del clan Bigeneri, la cual se encontraba casi deshabitada. Muchos Bigeneri habían tenido que abandonar la mansión por una que otra razón, mas Berrik, quien era considerado el guardián de esta solitaria mansión, siempre les deseaba lo mejor y les recordaba que este siempre seria su hogar.

Ahora mismo se encontraba en su lugar favorito de toda la antigua mansión, Berrik se encontraba en la gran Biblioteca donde leía de nuevo sobre la amplia historia del clan, el clan de los Bigeneri tenía una gran historia, el mestizo sabía que esta clan había pasado por muchos eventos y situaciones difíciles, a lo largo de la historia ha habido muchas ocasiones por la que el clan casi era completamente destruido, pero los Híbridos del clan a los largo de la historia manteniendo unidos siempre resolvían todo.

Pero parece ser que después de todo, la causa de la extinción del clan seria el abandono de sus miembros. –No, no puedo permitirlo. Exclamo fuertemente, realmente no podía permitir que este lugar que llamaba su hogar desaparecía así como así, el tenida que intentarlo, no, el tenía que hacer todo lo posible hasta que la mansión estuviera llena de vida como en los tiempos antiguos.