La chica se encontraba tan hastiada de buscar que hacer que no tuvo mas opción que salir a caminar. A pesar de que estaba desde los quince años en Brujas, esta era la primera vez que llegaba a la gran ciudad. No le sorprendía en nada pues sus espiritus le contaban todo, como era, las personas... Todo. Y no le importaba en lo mas minimo, no hasta luego de culminar el entrenamiento que realizaba. Se había dedicado completamente a ello, y ahora su maestro y mejor amigo se encontraba a su lado. Snow, una katana completamente negra hecho del acero mas fuerte que se haya existido, podía cortar cualquier cosa, y no era literal. Este se encontraba apoyado en en su espalda con una funda blanca, no podía salir por las calles con una katana en la espalda, ello o sabía muy bien.-

Era algo extraño, por lo que había escuchado, las personas solo estaban para matarse a sí mismas, incluso ella entendía perfectamente aquel pecado. Caminaba alrededor de una plaza, sin embargo no había realmente algo que le interesara.- Mierda, me hubiera quedado en el templo. -Murmuró esto para si misma, pero lo que dijo se fue perfectamente al ver a una chica correr... De un lado a otro al parecer, la primera en la iglesia y luego le vio tomando algo de un automovil... La chica se devolvio a la iglesia mientras Kuryu tomo asiento en el banco que se encontraba frente a dicha catedral, dejando reposar la parte posterior baja de su cuerpo sobre la tabla del espaldar del banco. Observó como el fuego se extendía dentro del lugar y sonríe, un bonito destino, sin embargo ella se encontraba interesada en otra cosa, y era en la chica que salió del lugar una vez el fuego estaba en su maxima expresión quemando todo a su pado.-

-Se quedó un momento sentada observando el hermoso paisaje que aquella mujer le había regalado, varias personas llegarían despues intentando consumir las llamas pero sin exito alguno, las sirenas sonaban e incluso un oficial llego a preguntarle si vio algo, sin embargo Kuryu sonrió y se levanto del lugar, le dio una palmada y luego se marcho del sitio. Ya había encontrado algo interesante, algo con que pasar un buen rato... Al parecer no todos los humanos eran aburridos, al menos ello era el pensar de Kuryu.-

-Para cuando paso un buen rato, Kuryu se encontraba a unas cuantas cuadras caminando, y dichosamente encontro a la mujer causante del alboroto hecho en la iglesia.Caminaba a unos cuantos metros de ella y dibujo una leve sonrisa en sus labios.- "Ella no es normal" -Solo ella podía escuchar aquella voz, era Snow hablandole, entonces Kuryu aceleró un poco mas el paso recortando casi toda distancia entre ambas.- ¿Me pregunto que pasaría si alguien te hubiera visto...? -Comenta con suave voz estando cerca de la chica.- Tengo curiosidad por saber si también le hubieras quemado... No es que este en contra, es un hermoso destino para una iglesia.-Volvió a hablar, esta vez quedando a solo centimetros del costado derecho ajeno.-

Si había algo mas interesante para Kuryu, era un ser que no es "normal" y ya le habían advertido, que esa ciudad estaba infectada de ellos o ellas... Pues a quien tenía al lado era una chica. Si era como le mencionaron, podían ser quien quisieran en cualquier momento. Pero eso no importaba mucho, ahora tenía alguien a su lado, una "persona" interesante al parecer, y aun mas luego de escucharle. Iba a decir algo, pero simplemente espero que terminara de hablar en aquel entonces. Una vez su contraria culmino sus palabras desvió la mirada para observarle un poco mejor, y así estudiar un poco cada facción de su rostro. Volvió su mirar al frente esta vez caminando a la par con ella.- Vaya! Al parecer disfrutas lo que haces... -Comenta con una tenue sonrisa en sus labios.- Aunque sea de manera inconsciente. Como dije, es un hermoso destino... -Iba a decir algo mas pero no hizo mas que callar mientras continuaban el camino.-

-Por un momento no se escucho nada mas que solo el pasar de los autos y la suave brisa rozar su rostro, en ese momento. Entonces las palabras ajenas invadieron aquel leve "silencio" ¿Un bar? Ella solo vivía de las cosas que le contaban, nunca había estado en un lugar así, aunque si había bebido alcohol, pues pensaba que un poco de sake o vino en su sistema no le vendría mal. Era una chica curiosa, así que solo asintió de momento, no iba a rechazar tal propuesta, quizás termine descubriendo quien era ella en realidad. Continuó escuchando a su adversa, realmente no era tan fuerte... Quizás entre los humanos si, pero tenía en cuenta que había cosas inhumanas... Y ella no pasaba desapercibido. Sin embargo, la educación no era algo que se le iba de las manos. Una vez le pregunto su nombre y menciono aquello le observó una vez mas.- No soy fuerte... Por el contrario, pienso que una chica que quema una iglesia sola... Es un poco contradictorio. -Era demasiado observadora para gusto de todos.- Kuryu... Ese es mi nombre. Y tu... Hueles a muerte. -Comento con un tono de voz suave y calmado mientras seguía los pasos ajenos.- En sí, no se como decirte... Puedes decirme como hacerlo. -Comenta por lo bajo observando todo el lugar a su al rededor.- Oh, sobre tu invitación... Me temo que la aceptare... Aunque, quizás se me ocurra la brillante idea de pelear.... Yo te sigo. -Dice con un tono de voz calmado y pausado, Kuryu estaba pensando que sería divertido, no iba a pasar de ello... A demás era un tanto curiosa, así que la tentasión a buscar lo desconocido le gano.-

-No había pensado mucho en que le había pasado a la iglesia, simplemente había sido incinerada por la desconocida que se encontraba a su lado, y su lado curioso salió a flote cuando decidió seguirle el paso. Las sirenas sonaban alrededor del lugar, incluso estando en un sitio alejado, quizás la buscaban pues era la única que había visto algo, pero ella no se preocupaba mucho de que podían pensar. Enarcó una ceja al escuchar las palabras ajenas, sin embargo prefirió no decir nada. Aun se encontraba divagante de cual sería el nombre de su acompañante, y su espera fue recompensada.- Arciel... -Murmuró casi para si misma.- Un nombre extraño. -Fue lo único que profirió antes de seguir el paso ajeno hasta llegar a la puerta donde se detuvo, justo detrás de aquella mujer. Su ceja nuevamente se volvió a enarcar en el momento de observar el sitio. Dos guardias custodiaban la puerta, Kuryu les observo expectante de lo que pasaría detrás de su acompañante. Escuchó cuando esta hablo con aquellos hombres, otro idioma al parecer, uno que sin embargo pudo entender algunas palabras.-

-Kuryu no era muy conocedora de las cosas, paso la mayoría del tiempo encerrada en un templo entrenando, sin embargo podía analizar muy bien cada situación, y aquella no era una que le preocupaba, y si se tornaba agresiva, simplemente acabaría con la basura. Observó como los hombres que custodiaban la puerta se apartaban y dio un paso adelante.- Claro.-Respondió a las palabras ajena, y al adentrarse junto a ella notó el interior de aquel lugar. Cubierta por humo, el olor a cigarro y alcohol se extendía por todo el sitio, y sus pasos iban justo detrás de su acompañante. Ella era quien conocía muy bien el lugar. Las personas le miraban como si un intruso se tratara y tecnicamente lo era ya que nunca había pisado ese sitio. Desvió su mirada para observar a Arciel y escuchar sus palabras a pesar de aquel molesto sonido.- Me parece bien, me aburre estar entre la basura. -Comenta por lo bajo y dio un paso adelante descendiendo al primer escalón, la diestra por un momento rozó la cintura ajena. Estaba en territorio ajeno, sin embargo no iba a dejar que ello le intimidara en lo absoluto.- Espero lo que se encuentre abajo me divierta. -Comentó con un tono audible a pesar de que solo se encontraba a centímetros de Arciel.-