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Título de trama
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Espacio libre
[Privado|Caliel] The sweet Angel and the girl of the night Miér Ago 06, 2014 9:22 amJulia V.[Akasha]
JongWoon
P.B :
JongWoon
Sexo :
Localización :
Brujas
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146
Fecha de inscripción :
29/11/2012
Edad :
40
Humor :
sadico, seco, serio
La noche anunciaba la llegada de la vida, de nuevo. Sus ojos se abrieron como si alguna alarma lo hubiera despertado, y se vio envuelto en esa suave penumbra que cubre al anochecer. Debajo, hacia la calle pudo escuchar las voces de algunos humanos y sus pláticas triviales, como si de ello pendiera su vida y su status social. El vampiro se levantó de su cama, camino hacia las pesadas cortinas de terciopelo negro que servían de escudo durante las horas diurnas y las abrió de un jalón, dejando ver ante sus ojos, la maravillosa ciudad de Brujas y su vida nocturna. Los humanos caminaban de un lado a otro, ataviados con la ropa de moda, cosa que a él le gustaba mucho, ya que aunque tenía en su haber, ya bastante tiempo de “vida” dentro de su cuerpo aún se conservaba el muchacho que había sido antes de ser un vampiro.
Esa noche tenía que presentarse en la galería de costumbre, su vida de artista lo era todo para el, y por lo tanto odiaba llegar tarde, aunque con eso incrementara el deseo de los humanos por escucharle cantar. Solo tuvo que ordenar un poco su cabello, y buscar ropa cómoda, pero elegante, y solo caminando de su departamento solo por el gusto de ser admirado y hacer imponer su presencia entre los mortales. Le gustaban las miradas que estos le lanzaban, un gusto que había adquirido de su sire al ser convertido en vampiro.
Vampiro…
Se había convertido en eso sin desearlo, pero la nueva visión de las cosas que el don de la sangre le dio, fue algo que le aprisiono por completo. La sensibilidad artística que el don le había otorgado era algo que también disfrutaba en demasía, aunque a decir verdad había luchado increíblemente contra el impulso de admirar cada cosa que le parecía hermosa, al final él se había convertido en algún fuerte. El líder de los vampiros de la ciudad. Después de unos minutos, de caminar lo mas normalmente posible para el, la galería quedo frente a sus ojos, una sonrisa se dibujó en su rostro y abrió la puerta sin siquiera tocarla. Dentro, los encargados lo condujeron hasta el escenario, sabían que el nunca calentaba y que si usaba el camerino después de una presentación, nadie debía interrumpirlo, y así, JongWoon se hacía respetar en la ciudad.
Los espectadores estaban ansiosos, podía sentir su aura incluso desde donde se encontraba en ese momento, mientras caminaba por el largo pasillo paso junto a un espejo, deteniéndose a admirar lo que el tiempo había logrado hacer con su piel, que aunque seguía manteniendo ese tono tostado que tenia de humano, ahora era un poco más pálido, y pocos sabían, que también era dura como el mármol.
Uno de los hombres que caminaba con el, abrió una puerta casi donde terminaba el pasillo, arrancándolo de sus cavilaciones, y entonces siguió hacia donde le indicaban.
Deléitelos señor
Otra sonrisa, pues eso era lo que exactamente haría, los llevaría hasta el infierno con sus cuerdas vocales y allí le pedirían por más. Sin más, camino hasta el centro del escenario, tomando el micrófono con la mano y sin mirarlos realmente, pues para el solo eran un saco de sangre, comenzó a cantar.
Esa noche tenía que presentarse en la galería de costumbre, su vida de artista lo era todo para el, y por lo tanto odiaba llegar tarde, aunque con eso incrementara el deseo de los humanos por escucharle cantar. Solo tuvo que ordenar un poco su cabello, y buscar ropa cómoda, pero elegante, y solo caminando de su departamento solo por el gusto de ser admirado y hacer imponer su presencia entre los mortales. Le gustaban las miradas que estos le lanzaban, un gusto que había adquirido de su sire al ser convertido en vampiro.
Vampiro…
Se había convertido en eso sin desearlo, pero la nueva visión de las cosas que el don de la sangre le dio, fue algo que le aprisiono por completo. La sensibilidad artística que el don le había otorgado era algo que también disfrutaba en demasía, aunque a decir verdad había luchado increíblemente contra el impulso de admirar cada cosa que le parecía hermosa, al final él se había convertido en algún fuerte. El líder de los vampiros de la ciudad. Después de unos minutos, de caminar lo mas normalmente posible para el, la galería quedo frente a sus ojos, una sonrisa se dibujó en su rostro y abrió la puerta sin siquiera tocarla. Dentro, los encargados lo condujeron hasta el escenario, sabían que el nunca calentaba y que si usaba el camerino después de una presentación, nadie debía interrumpirlo, y así, JongWoon se hacía respetar en la ciudad.
Los espectadores estaban ansiosos, podía sentir su aura incluso desde donde se encontraba en ese momento, mientras caminaba por el largo pasillo paso junto a un espejo, deteniéndose a admirar lo que el tiempo había logrado hacer con su piel, que aunque seguía manteniendo ese tono tostado que tenia de humano, ahora era un poco más pálido, y pocos sabían, que también era dura como el mármol.
Uno de los hombres que caminaba con el, abrió una puerta casi donde terminaba el pasillo, arrancándolo de sus cavilaciones, y entonces siguió hacia donde le indicaban.
Deléitelos señor
Otra sonrisa, pues eso era lo que exactamente haría, los llevaría hasta el infierno con sus cuerdas vocales y allí le pedirían por más. Sin más, camino hasta el centro del escenario, tomando el micrófono con la mano y sin mirarlos realmente, pues para el solo eran un saco de sangre, comenzó a cantar.
Invitado
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Ya era de noche, perfecta ocasión para salir a divertirme o para simplemente pasar un rato de oseo de alguna u otra forma. Me levanté del sillón en el que me encontraba viendo programas aburridos en la tele, que claro estaba no les prestaba para nada atención ya que el entretenimiento no tenía efecto en mí, más me gustaban las cosas artísticas me llamaban la atención, o más bien, me embobaban. Me dirigí hacia el placard y me puse algo elegante pero tampoco exagerando, sólo una ropa la cual estuviera al tono de los jóvenes de ésta época. Me arreglé el cabello de forma rápida y salí de mi habitación, pasando por los pasillos hacia afuera viendo como la noche estaba despejada y sin ningún tipo de controversia o problemas, las personas transcurrían por las calles iluminadas de un lado a otro como si fueran hormiguitas pero se las veía felices, yo ya en mis tantos años de vida, lo había notado desde años atrás.
Tenía ganas de alejarme un poco de todoasí que caminaba por las calles a claro paso tranquilo pero con estilo, viendo como algunas señoritas se daban vuelta para mirarme por mis claros encantos que no se perdían con el tiempo, sonreí y seguí mi camino, hasta una galería en especial, era como una especie de bar, en el cual era todo tranquilo y vi bastante gente. Luego me senté en uno de los asientos y me quedé mirando fijo el escenario notando como alguien se hacía presente, comenzando a cantar.
Tenía ganas de alejarme un poco de todoasí que caminaba por las calles a claro paso tranquilo pero con estilo, viendo como algunas señoritas se daban vuelta para mirarme por mis claros encantos que no se perdían con el tiempo, sonreí y seguí mi camino, hasta una galería en especial, era como una especie de bar, en el cual era todo tranquilo y vi bastante gente. Luego me senté en uno de los asientos y me quedé mirando fijo el escenario notando como alguien se hacía presente, comenzando a cantar.
JongWoon
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sadico, seco, serio
El ambiente era perfecto, a la primera canción le siguieron dos más, en las cuales las mujeres presentes en aquel bar, hacían los coros, cosa que encantaba al condenado, cerraba los ojos de tanto en tanto solo para poder absorber todo el aroma de la dulce sangre que los humanos le brindarían esa noche. El alcohol y el sudor, aquella embriagante mezcla que le gustaba al morder a una hermosa mujer, estaba por doquier, ellas bailaban sentadas en sus pequeñas sillas, se apretaban unas contra otras y aunque a JongWoon era algo que fascinaba, la presencia de uno de los suyos en aquel lugar le arrebato de todos sus pensamientos. Con la mirada lo busco, sin presentar ninguna alteración en su mirada, ni en su voz, y sin embargo allí había otro vampiro, que de haber sido el otro, el novato no viviría más de esa noche por atreverse a interrumpir su estado de adoración al arte. Porque JongWoon adoraba el arte en todas sus expresiones, desde las más obvias hasta las que se esconden en las suaves curvas de una mujer. Las humanas para el eran… un deleite que solo siendo vampiro se podía apreciar en su totalidad.
El vampiro frente a él, era claramente nuevo en la ciudad, tenía un aroma diferente al que el clan de Brujas poseía. Su rostro, de ovalada contextura, contrastaba con su rojo cabello, sin embargo parecía un niño. ¿Cuánto podría descubrir de aquel nuevo hermano que recién llegaba a la ciudad?. Esa noche aun era larga y podían presentarse un sin número de oportunidades para investigar.
Sus números se acabaron, haciendo una suave reverencia al público se retiro del pequeño escenario, saliendo por la puerta, no sin antes volverse a ver a aquel vampiro y sonreírle de lado, solo para unos segundos después aparecer a su lado, tomando una silla y sentándose con el, mirando a las mujeres que lanzaban miradas lujuriosas y desinhibidas a ambos jóvenes – si supieran… ya comiste algo? – se volvió a el, como si fuera lo más natural preguntarle eso, señalando a las féminas que no se hallaban muy lejos de ellos – la comida europea es deliciosa si tiene algo de alcohol en las venas…
El vampiro frente a él, era claramente nuevo en la ciudad, tenía un aroma diferente al que el clan de Brujas poseía. Su rostro, de ovalada contextura, contrastaba con su rojo cabello, sin embargo parecía un niño. ¿Cuánto podría descubrir de aquel nuevo hermano que recién llegaba a la ciudad?. Esa noche aun era larga y podían presentarse un sin número de oportunidades para investigar.
Sus números se acabaron, haciendo una suave reverencia al público se retiro del pequeño escenario, saliendo por la puerta, no sin antes volverse a ver a aquel vampiro y sonreírle de lado, solo para unos segundos después aparecer a su lado, tomando una silla y sentándose con el, mirando a las mujeres que lanzaban miradas lujuriosas y desinhibidas a ambos jóvenes – si supieran… ya comiste algo? – se volvió a el, como si fuera lo más natural preguntarle eso, señalando a las féminas que no se hallaban muy lejos de ellos – la comida europea es deliciosa si tiene algo de alcohol en las venas…
Invitado
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Podía notar como el de mi misma especie, se percataba de mi presencia , lo cual no me sorprendía ni me inmutaba ningún arrebato al saberlo, pasaron 2 canciones más y había terminado sus canciones, podía denotar como todos le aplaudían y las mujeres se volvían un tanto alborotadas, también con mi presencia pero con la del otro vampiro un poco más se podría decir. Note como bajaba del escenario y me brindaba una pequeña sonrisa de lado la cual le devolví de igual forma, y luego notar su presencia a mi lado, tomando asiento de forma rápida, pero claro estaba que pude notar sus movimientos, cosa que los demás por obviedad no podía. Se dirigió a mi preguntándome, dándome a entender si supieran lo que nosotros éramos y si había 'comido' algo, señalándome que la comida europea era deliciosa con una carga de alcohol en las venas a lo cual asentí levemente con mi cabeza, llevando mi mirada a aquellas mujeres que me señalaba el vampiro y deleitándome ante su belleza y ese delicioso olor a sangre que se podía percibir por todo el lugar, pero éste tenía un toque especial lo cual me fascinaba y me dejaba un tanto embobado y extasiado - Aún no eh comido.. y sí, dicen que son las mejores, le da un gusto especial ¿Verdad?- reí discretamente mientras pensaba en cómo presentarme.
-Kwon Ji Yong, un gusto. Tu nombre es?...- Dije mientras continuaba mi vista en aquel sector de mujeres, al tiempo que me acomodaba en mi silla, peinando mis cabellos rojos con mis dedos, o más bien desordenándolos un poco, agudizando mi oído para escucharlo a él y dejar de lado las demás conversaciones, que más bien era un barullo
-Kwon Ji Yong, un gusto. Tu nombre es?...- Dije mientras continuaba mi vista en aquel sector de mujeres, al tiempo que me acomodaba en mi silla, peinando mis cabellos rojos con mis dedos, o más bien desordenándolos un poco, agudizando mi oído para escucharlo a él y dejar de lado las demás conversaciones, que más bien era un barullo
JongWoon
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El que el contrario no se sorprendiera no le importó en lo mas mínimo, era el simple gusto de verse rodeado de los suyos nuevamente, y que como el presente, poco a poco volvían a la ciudad, o llegaban nuevos residentes. Cruzo la pierna al sentarse a su lado y ladeo la cabeza un poco, una sórdida sonrisa en su rostro se dibujo al ver como un camarero se acerca a ellos – lo de siempre, para dos – señalo con un tono autoritario, para volverse luego al menor, para responder a su pregunta – me llamo JongWoon, y si quieres tener una estadía placentera en Brujas, debes saber que todos los vampiros de esta ciudad responden a mi llamado, pues soy el más antiguo – no hacía falta decir que el más poderoso, eso lo deduciría él. El ambiente del bar era delicioso, oscuro y exquisito, no había duda alguna de que era un lugar casi exclusivamente para seres sobrenaturales, el aire olía a sangre y muerte. El camarero se acerco con una botella de cristal, en su interior lo que parecía ser vino tinto, pero no era ese el caso. Se acomodaron las dos copas sobre la mesa y entonces el líquido fue vertido en ellas, la sangre, recién extraída de los humanos que servían de reserva en el lugar, era servida para los vampiros – bébela, no es lo mismo que ir de cacería, pero ciertamente cubre las necesidades básicas.
El cristal entre sus manos se inclino sobre sus labios, entrecerrando los ojos y bebiendo el delicioso liquido, sin quitarle los ojos de encima al contrario, que si bien sentía que era uno de los suyos, JongWoon nunca confiaba del todo. Sus finos dedos blanquecinos detallaron el acabado de la copa, una vez que esta fue dejada sobre la mesa, con un codo sobre su pierna, se giro levemente hacia el otro vampiro - ¿hace cuanto que llegaste aquí? Es un placer ver a un hermano nuevo en estos lugares – a continuación, sobre el escenario, un nuevo cantante, que servía de relleno para los momentos en los que JongWoon descansaba, salió a cubrir su acto, pero eso al condenado no le importaba, conocía su voz y no le causaba mayor asombro, a diferencia de muchas otras cosas que podían embelesarlo hasta puntos anormales.
El cristal entre sus manos se inclino sobre sus labios, entrecerrando los ojos y bebiendo el delicioso liquido, sin quitarle los ojos de encima al contrario, que si bien sentía que era uno de los suyos, JongWoon nunca confiaba del todo. Sus finos dedos blanquecinos detallaron el acabado de la copa, una vez que esta fue dejada sobre la mesa, con un codo sobre su pierna, se giro levemente hacia el otro vampiro - ¿hace cuanto que llegaste aquí? Es un placer ver a un hermano nuevo en estos lugares – a continuación, sobre el escenario, un nuevo cantante, que servía de relleno para los momentos en los que JongWoon descansaba, salió a cubrir su acto, pero eso al condenado no le importaba, conocía su voz y no le causaba mayor asombro, a diferencia de muchas otras cosas que podían embelesarlo hasta puntos anormales.
Invitado
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Mi mirada vagaba por el lugar deteniéndome en aquellas insulsas humanas que intentaban coquetearme con los mas básico y aburridas tácticas de seducción,una leve risa salio entre mis labios era divertido ver sus reacciones,aunque no podía negar que luego muchas veces me servirían para saciar mi sed constante e incontrolable.
Lleve levemente mi mirada hacia el sujeto al lado mio, recorriendo sutilmente cada acción y gesto de este,era común que los vampiros reflejaremos una sobria elegancia y poder,por lo que no me sorprendía verlo en aquel sujeto.
Pero al escuchar su particular autoridad en cada palabra,podía asegurar que aquel vampiro era un rango claramente superior a mi, y a pesar de su cortes acercamiento,sabia o presentía que no solo era una cuestión de gesto de formalidad,sino que también venia a demostrarme la superioridad que tenia en aquella ciudad. Sonreí al escucharlo ya que mis conclusiones,no estaban lejos de sus intenciones al cercarse a mi. -Entiendo,por lo que debo someterme a ti si no quiero sufrir las consecuencias,cierto?- respondí,volteando leve mi rostro hacia el,en el que reflejaba una notable sonrisa de blanquecino y filosos dientes.
Me encontraba con el líder de los vampiros de esa ciudad,por lo que debería tomar honorable su cortes bienvenida hacia a mi,en esa nueva Ciudad,pensé mientras desviaba mi mirada hacia el camarero que se acercaba a nuestra mesa,solo se limitaba a servir las copas acomodadas en la mesa,sonreí de lado ya que parecía temernos y realmente no se equivocaba en hacerlo.
Tome aquella copa sobre la mesa, y a pesar que no había mas exquisita y extasiante sangre que la de una presa recién cazada,esta servia para saciar esa sed constante.
Lleve la copa a mis labios,tomando un leve sorbo de aquel liquido y asentí -Es cierto,no se compara con el placer de acorralar una presa,pero ciertamente cumple la función de calmar la sed- dije, mientras acababa el liquido restante de la copa,para luego dejar la este sobre la mesa,sintiendo en todo momento su mirada penetrante observando cada acción mía,sonreí de lado sin darle interés ya que existiera desconfianza por parte del contrario.
Ante su pregunta volví mi mirada hacia el,y sin ningún apuro por contesta me acomode en el sillón. -He llegado hace muy poco aquí a decir verdad. -sonreí- no esperaba cruzarme con ninguno de mi especie,pero es grato saber que aun habitan comunidades hermanos- Escuchaba sin gran importancia al siguiente cantante sobre el escenario,el cual ni me moleste en voltear a verlo. Ya que estaba interesado en la conversación con el contrario. -Hay muchas comunidades que se han desvanecido por completo, no negare que esta oscura Ciudad es un perfecto refugio -sonreí leve,volviendo a ver el lugar en el que nos encontrábamos,para mirarlo curioso- cuantos hermanos habitan en esta Ciudad,JongWoon?
Lleve levemente mi mirada hacia el sujeto al lado mio, recorriendo sutilmente cada acción y gesto de este,era común que los vampiros reflejaremos una sobria elegancia y poder,por lo que no me sorprendía verlo en aquel sujeto.
Pero al escuchar su particular autoridad en cada palabra,podía asegurar que aquel vampiro era un rango claramente superior a mi, y a pesar de su cortes acercamiento,sabia o presentía que no solo era una cuestión de gesto de formalidad,sino que también venia a demostrarme la superioridad que tenia en aquella ciudad. Sonreí al escucharlo ya que mis conclusiones,no estaban lejos de sus intenciones al cercarse a mi. -Entiendo,por lo que debo someterme a ti si no quiero sufrir las consecuencias,cierto?- respondí,volteando leve mi rostro hacia el,en el que reflejaba una notable sonrisa de blanquecino y filosos dientes.
Me encontraba con el líder de los vampiros de esa ciudad,por lo que debería tomar honorable su cortes bienvenida hacia a mi,en esa nueva Ciudad,pensé mientras desviaba mi mirada hacia el camarero que se acercaba a nuestra mesa,solo se limitaba a servir las copas acomodadas en la mesa,sonreí de lado ya que parecía temernos y realmente no se equivocaba en hacerlo.
Tome aquella copa sobre la mesa, y a pesar que no había mas exquisita y extasiante sangre que la de una presa recién cazada,esta servia para saciar esa sed constante.
Lleve la copa a mis labios,tomando un leve sorbo de aquel liquido y asentí -Es cierto,no se compara con el placer de acorralar una presa,pero ciertamente cumple la función de calmar la sed- dije, mientras acababa el liquido restante de la copa,para luego dejar la este sobre la mesa,sintiendo en todo momento su mirada penetrante observando cada acción mía,sonreí de lado sin darle interés ya que existiera desconfianza por parte del contrario.
Ante su pregunta volví mi mirada hacia el,y sin ningún apuro por contesta me acomode en el sillón. -He llegado hace muy poco aquí a decir verdad. -sonreí- no esperaba cruzarme con ninguno de mi especie,pero es grato saber que aun habitan comunidades hermanos- Escuchaba sin gran importancia al siguiente cantante sobre el escenario,el cual ni me moleste en voltear a verlo. Ya que estaba interesado en la conversación con el contrario. -Hay muchas comunidades que se han desvanecido por completo, no negare que esta oscura Ciudad es un perfecto refugio -sonreí leve,volviendo a ver el lugar en el que nos encontrábamos,para mirarlo curioso- cuantos hermanos habitan en esta Ciudad,JongWoon?
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sadico, seco, serio
Las mujeres humanas que asistían al lugar, sabían que allí se podían encontrar placeres que en ningún otro lugar se podían conseguir, así como muy pocas personas tenían conciencia de que a los vampiros les gustaba frecuentarlo, ya que allí no solo encontraban presas dispuestas a alimentarlos, sino porque el líder vampiro estaba allí.
El joven vampiro que estaba sentado a su lado era un chico interesante, aunque todos los vampiros eran interesantes por naturaleza, pocos lograban cautivar el interés del mayor, por lo que deseaba conversar más con él, conocerle, y dependiendo de eso, invitarle al banco de sangre, debía saber antes, si era digno de confianza, pues como el contrario decía, de no someterse, las consecuencias debían ser pagadas – no confundas, estimado, aunque mi dominio en Brujas sobre los vampiros es incuestionable, no soy yo quien emite los castigos, si no el concilio – cruzo los brazos sobe el pecho, para un novato en la ciudad, entender el equilibrio en el que vivían, tal vez fuera algo difícil o ridículo, pero la tregua debía ser respetada, y él debía ver por el bien de todos los vástagos del lugar - Brujas es una ciudad que vive en un equilibrio algo inestable, en estos últimos días, pero debes saber unas cosas antes de que andes libremente por allí – bebió de su copa, pasando la lengua por sus labios al terminar para retirar el líquido que hubiera quedado en estos – si vas a cazar, no debes matar, si quieres convertir a alguien, primero debe ser expuesto a concilio, tal vez pienses que es demasiado, pero encontraras que este es un lugar tranquilo donde vivir, nadie te dará caza por alimentarte, incluso si gustas de acechar, pero la muerte no está permitida - La música comenzó de nuevo, el anterior intérprete no había sido bueno, y ya luego se encargaría de él, ese antro oscuro era el refugio de muchos vampiros, donde la sangre no faltaba, aunque no en la misma abundancia que el banco de sangre.
Vorador, llamado así por su propio sire hacía ya más de 500 años, sabía bien lo que se esperaba de su mandato, ahora que Changmin y JiYeon estaban en la ciudad, y poco a poco los antiguos iban regresando, pues ante todo, le gustaba mantener su status, nunca se le había considerado débil – la tregua que mantenemos es lo que nos permite seguir viviendo, no es algo sencillo, pero si te quedas el tiempo suficiente, tú mismo lo veras – tomo su copa y bebió todo el líquido vital hasta el fondo, dejando la copa vacía en la mesa segundos después – somos varios, pero por ahora solo debes saber de JiYeon y Max, si llegas a toparte con ellos – le paso una mano por el cuello, dejándole una marca de su propia sangre – sabrán que ya hemos hablado, y por tanto, no tendrás problemas.
Cruzo la pierna por sobre la otra, recargándose sobre el asiento y apoyando ambos brazos sobre los descansos, sonriendo de lado observando a la mujer que se acercaba a ellos – ¿tienes un lugar donde refugiarte? Los vampiros en esta ciudad son bienvenidos al banco de sangre, mi hogar.
El joven vampiro que estaba sentado a su lado era un chico interesante, aunque todos los vampiros eran interesantes por naturaleza, pocos lograban cautivar el interés del mayor, por lo que deseaba conversar más con él, conocerle, y dependiendo de eso, invitarle al banco de sangre, debía saber antes, si era digno de confianza, pues como el contrario decía, de no someterse, las consecuencias debían ser pagadas – no confundas, estimado, aunque mi dominio en Brujas sobre los vampiros es incuestionable, no soy yo quien emite los castigos, si no el concilio – cruzo los brazos sobe el pecho, para un novato en la ciudad, entender el equilibrio en el que vivían, tal vez fuera algo difícil o ridículo, pero la tregua debía ser respetada, y él debía ver por el bien de todos los vástagos del lugar - Brujas es una ciudad que vive en un equilibrio algo inestable, en estos últimos días, pero debes saber unas cosas antes de que andes libremente por allí – bebió de su copa, pasando la lengua por sus labios al terminar para retirar el líquido que hubiera quedado en estos – si vas a cazar, no debes matar, si quieres convertir a alguien, primero debe ser expuesto a concilio, tal vez pienses que es demasiado, pero encontraras que este es un lugar tranquilo donde vivir, nadie te dará caza por alimentarte, incluso si gustas de acechar, pero la muerte no está permitida - La música comenzó de nuevo, el anterior intérprete no había sido bueno, y ya luego se encargaría de él, ese antro oscuro era el refugio de muchos vampiros, donde la sangre no faltaba, aunque no en la misma abundancia que el banco de sangre.
Vorador, llamado así por su propio sire hacía ya más de 500 años, sabía bien lo que se esperaba de su mandato, ahora que Changmin y JiYeon estaban en la ciudad, y poco a poco los antiguos iban regresando, pues ante todo, le gustaba mantener su status, nunca se le había considerado débil – la tregua que mantenemos es lo que nos permite seguir viviendo, no es algo sencillo, pero si te quedas el tiempo suficiente, tú mismo lo veras – tomo su copa y bebió todo el líquido vital hasta el fondo, dejando la copa vacía en la mesa segundos después – somos varios, pero por ahora solo debes saber de JiYeon y Max, si llegas a toparte con ellos – le paso una mano por el cuello, dejándole una marca de su propia sangre – sabrán que ya hemos hablado, y por tanto, no tendrás problemas.
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