Am I a scared puppy? {Libre}

por Astrid Lun Abr 07, 2014 1:16 am

Tenía un mal día. Nada relacionado con el clima, las personas o el solo hecho de que estuviera caminando por calles prácticamente desiertas y ajenas a mi conocimiento en mitad de la noche… Esa mujer siempre me hacía trabajar de más en cosas que no son mi obligación, traerle el café no tiene nada que ver con mis estudios, suspire mirando el cielo, las estrellas no se veían por los edificios pero había cierto brillo en el cielo que me daba a entender que allí estaban, sonreí para mí, una chica sola a estas horas, quién lo diría, por primera vez tuve un poco de miedo, incluso había comenzado a morder insistentemente mi labio inferior, ¿Peligro? No estaba segura, solo esa sensación. Patee una lata de cerveza para que ese ruido me hiciera sentir menos sola. No funciono… Era como si estuviera atrapada en un círculo, las calles comenzaron a verse todas iguales, temblé por el solo hecho de que el clima se había vuelto espeso.

Volví a patear aquella lata, un rebote, dos rebotes, y continúe el camino, quería maldecir, muchas cosas, sobre todo aquellas que guardaba en mi mente, pero una dama no debe maldecir, nunca me permitiría que alguien me oyera vociferar improperios en la calle, debía conformarme con la sensación de insatisfacción… Si eso era estaba insatisfecha, acomode mi chaqueta y me acerque a la lata, esta vez la patee con más fuerza, un rebote, dos rebotes, tres rebotes, cuatros rebotes y me acerque, un poco más relajada, imaginaba cosas.

Suspire caminando hacia la lata, curioso que mi único compañero fuera un material muy poco biodegradable, reí suavemente intentando no parecer más loca de lo que ya debía, pero no había nadie en las calles, todo cubierto por la noche, patee la lata otra vez, pero no la escuche rebotar, mi mirada se levantó buscando la razón de porque no había producido ningún ruido… ¿Acaso me había convertido en un cachorro asustado?.

indumentaria. :

por Invitado Miér Mayo 21, 2014 11:21 pm

El sudor frío cubría su frente, la respiración agitada de así cada vez más notoria con movimientos del pecho que iban de pequeños a más notorios. El cuerpo reaccionaba cada vez más violentamente, su expresión se iba denotando más y más incómoda, el ceño fruncido, facciones que señalaban rastros de dolor, angustia y desesperación mezclados en una sola personas y entonces todo paró. Abrió los ojos tomando una posición diferente, el estar acostada le sofocaba en demasía por lo que como acto reflejo se sentó arrugando las sábanas bajo sus dedos, éstos, contraídos así la palma de sus manos tan fuerte que hasta podría ser doloroso de no ser por su intento de normalizar su ritmo cardíaco tomando bocanadas con desespero. Una vez más había tenido una pesadilla, esos malos sueños que parecían más bien una maldición imparable para ella, a pesar de tantos años aún tenían la misma intensidad, las mismas reacciones. Claro, con excepción de que había aprendido de alguna forma a no gritar, el hacer el menor ruido posible para no molestar a quienes estuviesen cerca sin importar quienes fueran.

Estaba consciente de que volver a dormir ya no era una opción, al contrario, ellos terminaría aún peor cuando lo intentase. DaSom salió de entre la calidez de su cama y cambio su ropa de dormir por una casual, una chaqueta y estaba ya cerrando las puertas de la mansión tras ella, necesitaba caminar pero esta vez no quería arriesgarse a ser encontrada una vez más por otro de los habitantes de aquel lugar. Sus pasos denotaban no el cansancio pero sí su pereza, aquella que la distinguía a simple vista aunque se sabía que cuando era necesario sus energías aparecían "mágicamente". Sin dirección, sin mucha atención y sin idea alguna o iniciativa, la chica seguía caminando paso tras paso hasta verse en un área que no frecuentaba mucho desde que había sido acogida en lo que ahora era su hogar, recordaba que no muy lejos se había mantenido un ligero tiempo por sí sola en algún departamento cercano.
Los callejones y callejuelas los conocía bien y aunque ahora recordaba la mitad o menos de todo aquello confiaba en que su cuerpo se guiara por su propia memoria. Esa noche estaba retornando más de lo normal al pasado, no le era fácil mirar hacia atrás pero tampoco imposible por muy amargo que resultase aquella gama de memorias. Pocos minutos más y captó varios repicoteos que llamaron su atención y por simple curiosidad, tan natural en ella; se veía ahora sosteniendo una lata de cerveza ya algo golpeada procurando que dejase de crear ruido — No estoy muy segura de que tu tomes... ¿O si? — cuestionó alzando la vista donde Astrid con una pequeña sonrisa casi imperceptible.

por Astrid Dom Jun 15, 2014 10:43 pm

Parte del miedo que sentía se disipo al poder relacionar la voz con el rostro de Daenerys, por algún motivo nos habíamos encontrado en este lugar, siempre he sido reconocida por mi buen humor y disposición, pero esta noche no estaba precisamente con esos ánimos, negué lentamente con la cabeza y me acerque a ella. –No tomo alcohol, pero he estado tentada algunas veces a probarlo– dije completamente sincera, no es que fuera algo que ocultar, además de que ella no parece del tipo de chicas que va contándolo todo a todos.

–Vi la lata y empecé a patearla cuando la calle se me hizo desconocida, la verdad estaba asustada, es un alivio que seas tú– mi voz ya sonaba aliviada, aunque dentro de mí, los sentimientos de insatisfacción crecían. –yo tuve un mal día ¿Cuál es tu excusa para estar aquí?– mi pregunta llego al mismo momento en que me posicionaba a su lado, quite la lata de sus manos y la visualice, incluso sonreír de ver los bordes hundidos por mis patadas. –soy una chica bien fuerte, es un alivio no haber gritado todo lo que pensaba hace un momento– Siempre me resulto difícil hacerme una opinión sobre los demás, de por sí, idealizaba o satanizaba a la gente una y otra vez encanillándolos en diversos tipos de personalidades, incluso sin conciencia propia de que lo estaba haciendo, a Daenerys no la conocía lo suficiente como para hacerme una idea de cuál debía ser mi comportamiento con ella, para mí, era solo una chica.

–Espero que sepas salir de aquí– solté un suspiro, acomode mi chaqueta y jugué con la lata entre mis manos, algo no andaba. –Ni se cómo termine en este lugar ni mucho menos como salir de él– a sinceridad, tenía miedo de estar en una dimensión paralela, con todo lo que pasaba era muy lógico para mi pensar de esa manera, claro ahora que veía un rostro familiar y era palpable que no estaba siendo producida por mi imaginación, estaba casi segura que continuábamos en las mismas calles de la ciudad.

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